El líder corporativo más hermoso del mundo
Llorar la muerte de un familiar o de un amigo es natural. Lamentar la muerte de un desconocido a quien se admiraba es aceptable. Pero endiosar a alguien y convertirlo en un motivo de culto solo porque su corazón ha dejado de latir y su cerebro ya no recibe más oxígeno es demasiado.
Steve Jobs, un tipo creativo, trabajador, innovador, está muerto, como lo estaremos todos un día. La gente lo ha llorado sin parar y lo ha recordado por sus inmensas cualidades humanas y corporativas y metafísicas, dedicándole infinidad de mensajes despechados en la prensa, las redes sociales, incluso en las charlas callejeras, como si su muerte cambiara en algo el rumbo derrotado de la humanidad y su destino ineludible, que es la muerte. Pero ya es suficiente. Todos nos vamos a morir un día, como Steve Jobs. Y a la mayoría nos van a olvidar más rápido de lo que imaginamos.
Los seres humanos tenemos una antipática tendencia a sobredimensionar la muerte de algunas personas mientras subestimamos las miserias de otras que aún están vivas y muy jodidas. Pero es que en Colombia la muerte del genio corporativo de Apple es un evento importantísimo, me dirán, no importa que la mitad de los colombianos no perciba ingresos suficientes para comprarse uno de los juguetitos tecnológicos de la pobre multinacional, ahora huérfana. Steve era simplemente un tipazo.
La atención que ha recibido la muerte de Jobs es tal, que ya hasta se nos olvidó que aquí hay un congresista con sueldo de dieciséis millones de pesos que se autodenomina pobre, una niña cuya edad no alcanza las dos cifras secuestrada por la guerrilla y un candidato a la alcaldía de Bogotá que pasó de decir «no todo vale» a aliarse con el expresidente más investigado por corrupción de la historia de Colombia. Apuesto que hasta se nos olvidó que Obama nombró a Shakira como su asesora: ay qué orgullo, pero qué orgullo para todos los colombianos.
¿Pero quieren saber algo? Yo no sabía quién era Steve Jobs. Al menos no hasta que se murió, porque ahora me lo encuentro hasta en la sopa. No, no sabía quién era, porque no me importaba. Tal vez había escuchado su nombre por ahí, cosa que nunca ocurrió con Ralph Steinman, ese don nadie que también murió esta semana antes de recibir el nobel de medicina por sus investigaciones sobre el sistema inmunológico. Un cualquiera ese Steinman, no como Míster Jobs. Seguramente el pobre diablo ni siquiera tenía un iPod en su laboratorio.
Los medios nos dan instrucciones sobre qué pensar, qué lamentar, qué celebrar, y nosotros, idiotas, escuchamos y obedecemos como borregos. Pronto alguien lanzará un libro con las memorias del valiente Steve Jobs que se convertirá en best-seller. Pronto las reinas de belleza cambiarán sus respuestas y dirán que sueñan con llegar a ser como él, condenando al olvido a la pobre Madre Teresa. Pronto saldrán a la venta mil y una aplicaciones para hablar con el genio de la manzana mordisqueada desde el más allá. Y nosotros, balando y babeando, compraremos todo y, sonriendo con lágrimas en los ojos, diremos: «Es que era un tipazo, ese Esteban».
Como el ahogado más hermoso del mundo: ése también tenía cara de llamarse Esteban.
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HOYNOESTOYMUERTO 
Pues si se reemplazara a la cretina de Teresa de Calcuta con Steve Jobs, sinceramente no me molestaría en lo más mínimo: http://bit.ly/ceOKt4
A mí sí. Es algo que solo se arreglaría si dejaran de existir las reinas de belleza.
totalmente deacuerdo!
Debo aceptar que seguramente había escuchado su nombre por ahí, no como ese tal Ralph Steinman, un don nadie al que nadie conoce y que también se murió esta semana luego de recibir el nobel de medicina por sus investigaciones sobre el sistema inmunológico.
Algo parecido pensé cuando me enteré que había muerto Don Esteban Trabajos.
Que buen texto, hoy hasta se me aguaron lo ojos viendo la noticia y lo único que sabia del tipin es el mac que tengo y que me costo un ojo de la cara y una endeuda la berraca
Como decía una pelada bogotana ayer, que con su voz de estúpida y sus comentarios aún más estúpidos (esa voz sí existe! no es solo que uno la imite y se burle, y los comentarios los conocemos todos), cuando le pregunté quien era ese tipo… me dijo:
1) a las celebridades toca reconocerlas
2) yo también lloré con la noticia
3) es un cambio de energías para la entrada del 2012 y la oportunidad de reivindicarse con el mundo y ver que la muerte de toda esa gente importante (refiriéndose a Steve Jobs, Michael Jackson, Amy Winehouse y algún otro que no conozco) representa que el ciclo decadente de la humanidad a llegado a su fondo.
Yo no quería discutir con ella, solo respondí «no estoy de acuerdo» y claro me reí un poco.
«Cuando lo tendieron en el suelo vieron que había sido mucho más grande que todos los hombres, pues apenas si cabía en la casa, pero pensaron que tal vez la facultad de seguir creciendo después de la muerte estaba en la naturaleza de ciertos ahogados.» (El ahogado más hermoso del mundo)
Está excelente su analogía con el cuento de García Márquez. Steve Jobs parece que tiene esa facultad de seguir creciendo después de la muerte.
Que bueno y reconfortante leer estas palabras; al fin veo que no somos pocos los que nos sentimos cansados y hasta asustados con el revuelo tan exagerado que ha tenido la muerte del señor Esteban.
Espero que la horda de fanboys zombies se vaya calmando en los siguientes días, ya sea por la compra asegurada del nuevo iPhone 4s (he leído comentarios absurdos de gente que asegura haberlo reservado en honor a Jobs…) o porque los medios les impongan otro tema en el cual pensar.
Es curioso como hay tanto individuo por ahi queriendoselas dar de listo solo porque no todo mundo tiene tanto o mas conocimiento y criterio propios que él.
Los premios nobel, dados a «personas que hacen grandes descubrimientos y benefician a la humanidad», los invento un demente que queria recibir reconocimiento publico (quizas como placebo a modo de perdon para lavar su consciencia) luego de inventar algo «fantastico»: la dinamita, un arma que ha costado innumerables vidas humanas en las guerras.
Los premios nobel son tan falsos como los grammys, sino ¿como consiguio Barack Obama uno?, ¿me diras que venia con su «Happy Meal» de McDonalds acaso?.
Steve Jobs de una u otra forma influyo en la tecnologia, en el estudio de la mercadotecnia, en como se manejan las estrategias de desarrollo de productos en mas de una empresa ajenas a Apple, en el cine con Pixar, y muchas otras pequeñeses que cambiaron el mundo y «no vale la pena mencionar».
Lo acepto, Steve Jobs no era el «iGod» pero tampoco es como para tirarle encima al muerto las frustraciones y traumas propios, solo porque un «completo desconocido» murio millonario y miles que no le conocieron en persona le lloraron al enterarse (y que ninguno de ustedes puede asegurar que conseguira lo mismo al morir).
Este mismo caso de «fanatismo» sucede una y otra vez con artistas, deportistas, actores, figuras publicas y muchos etceteras que han muerto antes como John Lenon, Ladi Di, Bob Marley, el Papa Juan Pablo II, Michael Jackson, Sandro de America, la madre Teresa de Calcuta… y se seguira repitiendo con sus respectivos detractores y observadores que exclamaran a una sola voz: «¡que absurdo!».
No se como hay personas tan hipocritas que pueden decir por ejemplo: «que estupidez que le lloren a ese fulano» mas sin embargo lloran a mares, mas que una magdalena, cuando su equipo o club favorito pierde un encuentro o peor aun (para ellos), un campeonato o desciende de división, «ven la paja en el ojo ajeno mas no la viga en el propio».
Las figuras que mencione (incluyendo a Jobs) caen en la misma categoria de iconos, que muchas veces son sustento psicológico de muchos en esta realidad torcida y caotica llamada vida, sin los cuales no veriamos un arquetipo al cual querer igualarnos: exitosos como tal, rapidos y fuertes como aquel, amados y benerados como otros.
Si la reacción natural a la muerte de alguien fuera un racional «hay que pena» hollywood no venderia tanto melodrama. Existe algo llamado empatia, y que hoy todo mundo confunde con fanatismo, dado que estamos en un mundo egoista y autocomplaciente en que el YO es el unico valor real y positivo.
¡Bravo!, hay que sentirnos afortunados de que, en este momento, el mundo esta despertando, y que las personas comienzan a ser mas conscientes, aceptando la inversa proporción que existe entre su enorme ego y su miembro reproductor, perdon, quise decir su cerebro al hacer blogs como este creyendo que son «blogs inteligentes que abren mentes».
Quizas algun desconocido al que le «abriste los ojos» y que alaba tu entrada en los comentarios, te llore y te recuerde cuando mueras.
Aunque le parezca criticable, creo que una persona con criterio propio sí es más «lista» que una que solo hace y piensa lo que le mandan. Ahora, si lee con atención se dará cuenta que no estoy «tirándole encima» al muerto Jobs sino, precisasmente, a los borregos que lo endiosan y lloran como si se tratara del nuevo mesías. El melodrama que ud dice no solo lo dicta Hollywood, sino también los medios de comunicación y las redes sociales.
Tiene razón en que ocurre lo mismo con el fútbol, las estrellas de cine, las cantantes de pop y algunas figuras de la religión. Y tiene razón en que, para muchos, estos personajes icónicos sirven de «sustento psicológico». Pero no creo que eso que ud llama «empatía» sea tan diferente del fanatismo. La lloradera por Jobs se ha ido a extremos de fanatismo tan evidentes como la inutilidad del premio nobel de paz que le dieron a Obama.
Por otro lado, la intención de este blog no es «abrirle los ojos» a nadie. Y me tiene sin cuidado que algún desconocido me llore o recuerde después de morir por lo que haya escrito aquí a lo largo de mi vida. Al fin y al cabo estaré muerto, y el honrar a los muertos es un problema exclusivamente de los vivos.
Gracias por su comentario.
Entre las respuestas me parecio leer algo sobre la Madre Teresa de Calcuta, solo por molestar voy a poner la mas bonita (paar mi) de sus reflexiones:
-» Si eres amable, la gente puede acusarte de egoísta o tener intenciones ocultas; sé amable de todas formas.
Si tienes éxito, te ganarás algunos falsos amigos y algunos verdaderos enemigos; ten éxito de todas formas.
Si eres honesto y franco, la gente puede engañarte; sé honesto y franco de todas formas.
Lo que tú puedes estar años construyendo, alguien podría destruirlo en una noche; construye de todas formas.
Si encuentras la serenidad y felicidad, la gente puede sentir celos de ti; se feliz de todas formas. El bien que haces hoy, la gente posiblemente lo olvidará mañana; haz el bien de todas formas.
Dar al mundo lo mejor que tengas, podría no ser suficiente; da al mundo lo mejor que tengas de todas formas. Sabras, que el análisis final, se tratará de algo entre Dios y tú; nunca entre tú y la gente de todas formas.»
A veces sentimos que lo que hacemos es tan solo una gota en el mar, pero el mar sería menos si le faltara una gota.
Debemos hacer las cosas ordinarias con un amor extraordinario.»
Amen.
Pues yo estoy a favor de la canonización de este señor que ha conseguido convertir su oficio de vendedor de cacharrillos para ricos en una vocación espiritual, en un sacerdocio, y que ha obrado el milagro de hacerles creer a los compradores de cacharrillos para ricos que compraban algo más que cacharrillos para ricos.
Y en efecto, gracias a la intervención sobrenatural del Espíritu Empresarial y su Santa Marca, estos infelices llegaban a adquirir con el cacharrillo una parte de sí mismos, la parte que les faltaba para dar sentido y contenido a sus vacías vidas. Esto, amigos, sólo es comparable en el terreno de los avances humanos al descubrimiento de la piedra filosofal o del elixir de la eterna estupidez.
Ha sido él, con su carisma y dedicación, con su entrega mística y su mangoneo mediático, quien ha conseguido que tantos pobres de espíritu mordieran con avidez su Manzana en una comunión universal sin precedentes.
Extendido el nuevo credo por todo el planeta, ha sabido convertirse en ejemplo y guía para todos aquellos que sueñan con llegar algún día a convencer a otros tantos tontos de que son algo más que simples vendedores de cacharrillos.
Y así será, mientras esta roca absurda en la que se agitan millones de insignificantes criaturas siga dando vueltas en algún lugar perdido del universo, por los siglos de los siglos. Amén.
Tiene toda la razon, creo que dijeron lo mismo del carro, la bombilla, el microondas, la nevera, el telefono y lo que los fundamentalistas islamicos llaman el enano de un solo ojo… el computador.