Desastres nucleares y buenas intenciones

Ayer me invitaron a participar en una marcha en contra de la energía nuclear. Al preguntarle a la persona que me invitó cuál era el motivo preciso de protesta, me respondió, con tono de obviedad: «Pues todos los daños que ha causado en nuestro planeta».

Yo no soy un experto en la materia, pero tengo la impresión de que la información aquí está incompleta, o por lo menos, sesgada por una oleada de buenas intenciones. Las buenas intenciones son una peligrosa fuente de desinformación.

Tampoco soy un defensor acérrimo de la energía nuclear. Sin embargo, si hablamos de cuidar el medio ambiente, es una mejor opción que los combustibles fósiles pues no libera toneladas de dióxido de carbono cada día ni provoca la lluvia ácida. Además es una fuente más prolífica y más barata que la energía solar y la energía eólica. Si lo que quieren es cuidar del planeta y ayudar a la gente, los ambientalistas están haciendo las cosas al revés al organizar marchas contra la energía nuclear.

No los llamaré «hipócritas» porque no lo son; lo suyo es más una cuestión de desinformación… y un exceso de buenas intenciones.

Pienso, por otro lado, que ese impulso de protestar tiene que ver con el accidente nuclear que ocurrió en Japón, luego del terremoto y el tsunami. Estas personas protestan por lo que están viendo todos los días en los medios, que les recuerda el desastre de Chernóbil. Protestan porque energía nuclear les suena a «bomba nuclear» y los hace pensar en Hiroshima y Nagasaki. No protestan porque tengan argumentos o conozcan realmente los hechos.

Y no estoy diciendo que yo sí los conozca, pero la información que he encontrado me hace dudar de sus razones para protestar; sus pasiones, porque razones no parecen ser muchas.

Ahora, sonará un poco absurdo con lo que está pasando en Japón, pero el riesgo de que un reactor nuclear explote actualmente es muy remoto. Se ha avanzado mucho en materia de seguridad desde el desastre de Chernóbil, así como en las estrategias para deshacerse de los desechos radiactivos. Solo un suceso extremo, algo así como el cuarto terremoto más fuerte de la historia y un tsunami de proporciones descomunales, podría provocar un accidente nuclear serio hoy en día. Y eso, exactamente, es lo que pasó.

Una de las cosas más frustrantes de una tragedia de estas características, sobre todo para quienes no la hemos vivido en carne propia (es decir, casi todo el mundo), es que, a la larga, no hay mucho que se pueda hacer.  Al mismo tiempo, resulta difícil no asombrarse con la fuerza devastadora de la naturaleza, en oposición a la impotencia extrema del ser humano para hacerle frente.

Tal vez una de las formas de contrarrestar esa impotencia es salir a protestar contra lo primero que se le venga a uno a la cabeza. Y como sería absurdo organizar una marcha contra los terremotos y tsunamis, pues listo, protestemos contra la energía nuclear.

Así por lo menos sentimos que estamos haciendo algo.

Lea la continuación de este artículo:
De$a$tre$ nucleare$ y buena$ intencione$

Información adicional :
Las ventajas de la energía nuclear por Bernard L. Cohen
Lo bello y lo terrible por Antonio Caballero

Imagen:
Stelios Faitakis, Flood(2008)

Comments
5 Responses to “Desastres nucleares y buenas intenciones”
  1. >Los residuos toxicos no son un problema? Pr lo visto a usted le falta información http://bit.ly/fzXe8W

    • Al que le falta información es a usted: Incluso si asumimos que vamos a querer deshacernos de ellos, en vez de utilizarlos como combustible valioso, la afirmación de que no es seguro poner los materiales fisibles bajo tierra es inexplicable. ¿No es de dónde vinieron? ¿Por qué es menos seguro dejar uranio varios miles de metros bajo la superficie, envuelto en plomo, relleno con bentonita y cubierto con concreto de lo que es dejarlo por ahí, como se encuentra naturalmente, repartido por todo el planeta, justo por debajo de la superficie? Y ¿es verosímil que una civilización futura posea la tecnología para extraer nuestros residuos de esas profundidades asombrosas, pero no para darse cuenta de que podría ser perjudicial?

  2. Anonymous dice:

    >Es cierto que la energía nuclear no es tan mala como la pintan, todo es una cuestión de estadística, el riesgo de un accidente como el de japon es mínimo podría pasar algo así como una vez en mil años, el problema es que nadie sabe bien cuando va a pasar en realidad. Pero eso no es culpa de la energía nuclear sino de la estadística.

  3. Nicolás, datos que también le pueden ser de interés, fáciles de entender y que explican por qué no tiene sentido toda esa conspiranoia antinuclear:

    http://bit.ly/ezizKc , http://bit.ly/ojT3j0 y http://bit.ly/oGZBfc

    ¡Un saludo!

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