Nunca por ahora
Odio lo eterno. Odio la idea de algo que no termina nunca, que ha estado y estará ahí siempre. Las sensaciones más intensas son efímeras y volátiles, y por eso son memorables: porque han terminado o terminarán un día. Dejarán de existir, pasarán a habitar el difuso universo del recuerdo. Y aunque a veces ocultarán … Seguir leyendo