No me mueve el piso
Parece que entre menos me interesa el tema sobre el que escribo, más productivo soy. Trabajando en Profamilia tenía que hacer dos o tres informes financieros cada mes y después de ocho meses era el campeón de los informes con números. Uno le va cogiendo práctica a esas cosas y por eso cada vez lo hace mejor y más rápido. Pero ahora que estoy clavado escribiendo algo que me mueve las entrañas, tengo la impresión de que cada día voy más despacio. A veces me gusta lo que escribo, a veces no, pero no parece haber forma de avanzar más rápido. La eficiencia no es mi fuerte cuando escribo textos que me gustan.
Cuando me doy cuenta de mi lentitud, me distraigo, y me pongo a hacer cosas entretenidas pero improductivas.
Por ejemplo, me pongo a pensar en los discos nuevos de grupos que me gustan. El último de Deftones, Diamond Eyes, me recuerda el White Pony por su sonido denso, unas veces lento y otras no tanto, pero siempre pesado y melódico. Quisiera verlos en vivo otra vez. El concierto en el Palacio de los Deportes fue increíble: fui con mis dos hermanos, uno de los cuales acababa de llegar de Alemania y no lo veía hace casi dos años. Deftones toca el otro mes en Nantes, pero no creo que vaya a verlos: es un festival con bandas de metal tipo Kiss, Alice Cooper y otras de ese estilo. No es la música que me interesa ver en vivo, mucho menos por el precio de esa boleta.
Heligoland, el disco nuevo de Massive Attack, me dejó con la boca abierta. Hace unos meses escribí una entrada diciendo que lo único que me mueve el piso últimamente en materia de música es Queens of the Stone Age. Bueno, pues eso cambió: Diamond Eyes y Heligoland son discos del otro mundo. Hay días en que escucho Heligoland mientras escribo y logro concentrarme en escuchar y escribir al tiempo, cosa que, así no lo parezca, es mucho más difícil que mascar chicle y caminar. En agosto tocan en París junto a Queens of the Stone Age en otro festival. Ese sí valdría la pena verlo.
Cuando escribí la entrada sobre QotSA, algunas personas me recomendaron Them Crooked Vultures. Su disco no me disgustó del todo, pero tampoco logró convencerme. Y no sé bien por qué… no tengo razones concretas. Al escucharlo me doy cuenta de que las líneas de guitarras son muy buenas, los arreglos del bajo son originales y la calidad de la batería es altísima. Es una música muy bien hecha y mejor tocada (cosa lógica si uno mira quiénes son los músicos) pero el disco me aburre. No me mueve el piso. Creo que hoy ese es mi criterio para decidir qué me gusta y qué no: me mueve o no me mueve el piso… la incompetencia racional de la intuición, a veces subestimada pero siempre tan confiable.
Si no estoy pensando en música, seguramente estaré leyendo sobre los últimos movimientos de jugadores de la NBA: Miami se las arregló para incluir en su equipo a Lebron James, Dwayne Wade y Chris Bosh. Todos dicen que es una nueva «dinastía» y que los Heat se van a ganar todo de aquí a siete u ocho años. Yo no creo: el próximo año, los Lakers van a volver a quedar campeones. Y después, la competencia seguirá siendo cerrada. Si mucho, Miami se ganará cuatro de los siguientes ocho campeonatos de la NBA.
El básquet es el deporte que más me gusta. Lo pensaba viendo el mundial de fútbol hace unos días y lo confirmo cada vez que juego. En cambio el fútbol se me hace cada día más aburrido. Vi algunos partidos del mundial y me pareció que España era el mejor de todos, estuvo bien que ganara. Lo que no entiendo del fútbol es el escándalo que se hace cada vez que le tocan el dedo meñique a un jugador. Pongan a Cristiano Ronaldo a jugar básquet y sería expulsado del partido a los tres minutos, de tanto protestarle el árbitro por no cobrar los codazos normales que se reciben al ir a buscar un rebote. Y pónganlo a jugar rugby y estaría llorando al minuto de haber comenzado el partido.
Hay casos raros en que logro concentrarme y escribir sin parar por tres o cuatro días seguidos… hasta que la buena racha es interrumpida por un día como hoy, en el que no doy pie con bola. Y otra vez, me distraigo. Entonces, en un esfuerzo por desvalorizar mi ineptitud creativa, escribo una entrada para el blog. Luego la releo y, aunque no me mueve el piso, la publico.
Ahora, de vuelta a lo que más me gusta hacer: escribir. Maldita sea.
Imagen:
Catherine Ryan, Wolves (2007)
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me gusto leerlo… mmm hay mucha musica, mucha, el ultimo de deftones no me gusto tanto, me parecio medio monotono, tiene una canciones buenas, pero el disco entero, me parecio como flojo, me cansa. pero sabe, me agrada leer lo quie escribe, me gusto el del jesus con parola, me parecio que tenia buen royo… igual todo esto queria que fuera un ataque personal. molo
porque escribe tan confuso no entiendo ni la mitad de lo que dice en este articulo
gracias por los datos, revisare la musica que propone.